Justo frente a nuestro piso hay un colegio. A las 9:00 se escucha el “klak klak klak” de las ruedas de docenas de mochilas yendo al cole y a las 11:30 las voces de niños jugando en el patio.

En marzo, se congeló todo ese movimiento y desde entonces no había vuelto a escuchar el ruido del cole. Hasta esta mañana.
Hoy empezaron de nuevo los colegios aquí en Cáceres y cómo yo trabajaba durante dos años en un par de colegios, pues los tengo en mi corazón!
Pasé unos minutos esta mañana mirando desde el balcón a los padres y niños, mascarillas puestas y caminando con las manos agarradas.
La vuelta al cole en tiempos de coronavirus. Tiene que ser raro, preocupante, estresante, y emocionante a la vez. Pasé tiempo orando por los padres, niños, y profesores; por paz, bienestar en todos los sentidos, y corazones anclados en medio de todo.
Quiero pedir por el bien de esta ciudad a Él que nos sostiene con cada suspiro y nos acompaña por todo lo desconocido que viene.
Quiero aportar lo que puedo y echar una mano.
Quiero hablar palabras de bendición, esperando el mejor, y no palabras de crítica o desaliento, esperando el peor.
Palabras tienen poder. Donde sea que estemos, que hablemos esas palabras de bien sobre la tierra, la ciudad, y la gente. En fin, que sea un feliz vuelta al cole 🤗